1517. Una expedición encabezada por el conquistador español, Francisco Hernández de Córdoba, llega a Campeche, cuyo nombre obedece a que los nativos le llaman Cam Pech, que significa lugar de serpientes y garrapatas.
1519. La expedición de Hernán Cortés llega a las riveras intermedias del río Grijalva -descubierto y bautizado así por Juan de Grijalva- y se pone en contacto con los naturales del lugar.
1611. Parte del puerto de Acapulco, hacia Japón, Sebastián Vizcaíno, enviado del virrey Luis de Velasco II, con la encomienda de agradecer a los jefes japoneses Ieyasu e Hidetada, el auxilio que brindaron al Gobernador de Filipinas Rodrigo Vivero, en el naufragio que tuvo. Vizcaíno lleva también contestación positiva para Ieyasu respecto a su petición para establecer relaciones comerciales e intercambio de tecnología entre aquél país y la Nueva España, amén de que además llevaba la encomienda de buscar islas ricas en oro y plata.
Reproduzco a continuación un fragmento del libro
Del tratado al tratado: Apuntes sobre la historia de las relaciones entre México y Japón, publicado por la Embajada de México en Japón, en el que Aurelio Asiain describe este episodio y sus antecedentes:
Como ejemplifica la historia de Felipe de Jesús [primer santo mexicano, martirizado en Japón en 1596], los primeros contactos entre México y Japón se deben tanto al empeño de los hombres como a las leyes de la naturaleza, al designio de los elementos y a la accidentada fortuna. Tormentas ingobernables hacían perder el rumbo a los navíos novohispanos que en esos años hacían el trayecto de Acapulco a Manila, Filipinas, y corrientes inflexibles los arrastraron hasta las costas de Japón. Pero era como si la naturaleza se hiciera eco de las voluntades que, a ambos lados del océano, aspiraban a tender lazos entre una y otra costa. Tanto Ieyasu como su hijo y sucesor, Hidetada, cabezas del sogunato Tokugawa, deseaban establecer relaciones mercantiles e, incluso, diplomáticas con el Imperio español, a través de las Filipinas. El primero le había enviado en 1599 al Gobernador de Luzón (es decir, las Filipinas) una carta en la que le decía: "Nada satisfaría tanto mis deseos como ver bajeles mercantes poniento en frecuente comunicación a mi país con la Nueva España". Y el Capitán General y Gobernador de las Filipinas, Rodrigo de Vivero, le había enviado al segundo en 1608, poco después de tomar posesión de su cargo, las siguientes líneas: "Gustosísimo vine en conocimiento este verano, cuando llegué como Gobernador de Luzón, de vuestra estrecha amistad con mi antecesor. Como no quiero perdonar ocasión ni excusar diligencia para meter en obra cuanto pueda acrecentar este antiguo y firme trato, envío al Kwanto un galeón, cuyo capitán lleva por encargo representarme ante vuesa Señoría. Espero que él y su gente serán bien acogidos."
El trato se acrecentaría de un modo imprevisto. Un año más tarde el galeón San Francisco, en el que Rodrigo de Vivero volvía de Manila a Nueva España después de terminar su periodo como Gobernador de las Islas Filipinas, naufragó en las costas de lo que es hoy la Prefectura de Chiba, cerca de Tokio. Trescientos diecisiete de los trescientos sesenta y tres tripulantes y pasajeros sobrevivieron, salvados por los pescadores del pueblo de Onjuku, y fueron llevados ante el Daimyo' del Castillo de Otaki. Este señor feudal fue quien condujo después a Vivero ante el sogún (término que podríamos traducir con el de ''Generalísimo': la máxima autoridad militar y política de la isla) Ieyasu Tokugawa, que no sólo los recibió a él y su comitiva con interés manifiesto y cortesía irreprochable, sino que aceptó negociar un Tratado (Capitulaciones, en la terminología de la época) en el que, en resumen, se acordaba que la Nueva España enviaría cien o más mineros plateros a Japón, a cambio de la mitad de la plata que procesaran; que los barcos novohispanos tendrían en Kanto astilleros y un puerto en toda forma, además de poder entrar libremente en cualquier puerto japonés y vender sus mercancías sin impuestos; que los españoles gozarían de plena libertad de culto en Japón, y que el embajador español tendría jurisdicción sobre todos ellos. Ieyasu se negó a aceptar la propuesta de que se expulsara de Japón a los holandeses, y firmó y selló el documento, que se envió en tres copias a España, en espera de una ratificación que no llegaría.
Ya antes el sogún había tomado las providencias necesarias para que se construyera una embarcación en la que el Gobernador (al que dio en préstamo 4,000 ducados para cubrir los gastos de traslado) y sus hombres pudieran regresar a la Nueva España. La construcción del barco, al que se dio el auspicioso nombre de 'Buenaventura', fue obra del marino inglés William Adams, arrojado diez años antes a la isla por un tifón y a quien los conocimientos y la iteligencia le habían ganado el aprecio de Ieyasu, el nombre de Miura Anjin y el rango de samurái. Según los entendidos, en Adams Está basado el personaje principal de 'Los Viajes de Gulliver' de Jonathan Swift; probablemente el gran público lo recuerde más como el capitán John Blackthorne de la novela de James Clavell: 'Shogun', que en la miniserie de televisión tuvo el rostro de Richard Chamberlain.
Esta historia muestra que la realidad histórica es muchas veces bastante más compleja que las novelas. La primera embarcación japonesa que atravesó el Océano Pacífico fue obra de un samurái japonés que había sido capitán inglés de una flota holandesa, recibió un nombre español y tuvo como primer destino las costas de Acapulco, en lo que hoy es México. A su regreso a la Nueva España, Vivero escribió una 'Relación y noticia del reino del Japón' en la que se da cuenta de sus aventuras, expresa su admiración por la isla y sus habitantes y expone, antes que ningún español (Vivero era novohispano y chilango), razones no religiosas sino comerciales para establecer relaciones de amistad.
La prédica de Vivero no fue desatendida y en 1611 el Virrey de Nueva España, Luis de Velasco, envió a Japón a Sebastián Vizcaíno con el encargo expreso de pagar el préstamo y transmitir su agradecimiento a Ieyasu Tokugawa. Entre otros regalos, Vizcaíno le entregó al sogún un reloj con campanillas, el primero visto en Japón y cuyo mecanismo no sólo inspiró el de los célebres muñecos karakuri, sino que, según algunos historiadores, sirvió de inspiración para las primeras máquinas producidas por la industria japonesa.
Poco después de partir rumbo a la Nueva España, sin embargo, Vizcaíno debió volver a Japón para solicitar ayuda, pues su nave se había averiado. El señor Sandai, Masamune Date, que se había convertido al cristianismo, le proporcionó una nueva nave, el Matsu Maru, y envió con él un embajador a Europa: Tsunenaga Hasekura, que visitaría a Felipe III y al Papa Paulo V para solicitar el envío de misioneros franciscanos de Nueva España a Japón. La misión estaba conformada por el padre Luis de Sotelo, misionero en Japón, sesenta samuráis y cerca de ciento treinta mercaderes, a través de Nueva España.
1803. Procedente del Perú y Ecuador arriba al puerto de Acapulco, la corbeta 'Pizarro' con dos pasajeros distinguidos: Alejandro de Humboldt y Aimme Bonpland, ambos científicos; el primero alemán y el segundo francés. Esta histórica visita ha de ser trascendental para la ciencia y para México.
1835. Es fundada la Academia Mexicana de la Lengua, presidida por José Gómez de la Cortina, cuyos primeros integrantes son Andrés Quintana Roo y Manuel Gorostiza, entre otros.
1847. La escuadra norteamericana de invasión a México, que se encuentra en el puerto de Veracruz desde el día 13 del mismo, prosigue su bombardeo sobre la ciudad. El pueblo y las fuerzas armadas oponen patriótica resistencia.
1847. Tras de prestar juramento la noche anterior en la Villa de Guadalupe Hidalgo, Distrito Federal, hoy toma posesión de la presidencia de la República el general Antonio López de Santa Anna. Ha de dejar el poder el próximo 2 de abril. El Congreso nombrará Presidente sustituto al general Pedro María Anaya, pero Santa Anna volverá el 20 de mayo del mismo año.
1859. El general Santos Degollado, ministro de Guerra del presidente Juárez, con las fuerzas republicanas a su mando, amaga a la ciudad de México, que está en poder de los conservadores del presidente Miguel Miramón. La intendión de Degollado es la de distraerlos para que no concentren fuerzas en Veracruz, asiento del gobierno de Juárez, a quien tratan tenazmente de vencer.
1861. Muere en la ciudad de México, el distinguido político liberal, Don Miguel Lerdo de Tejada, hermano de don Sebastián Lerdo de Tejada, hermano de don Sebastián Lerdo de Tejada, quien naciera el 6 de julio de 1812 en el puerto de Veracruz.
Miguel Lerdo de Tejada participó en la política desde muy joven: fue presidente del Ayuntamiento de la ciudad de México, oficial mayor del Ministerio de Formento y después encargado del Despacho del propio Ministerio con López de Santa Anna.
Como ministro de Hacienda del presidente COmonfort de 1856 a 1857, promulgó la Ley de desamortización de fincas rústicas y urbanas.
También el presidente Juárez le nombró ministro de Hacienda en su gabinete, tocándole participar activamente en la Guerra de Reforma. Cuando el presidente Juárez decretó la suspensión de pagos de la deuda externa, Lerdo de Tejada renunció al ministerio. Como distinguido liberal, se perfiló como el más avocado candidato a la Presidencia de la República.
1884. Durante el gobierno del general Manuel González, es inaugurado el Ferrocarril Central Mexicano, con servicio de operación entre la ciudad de México y Ciudad Juárez, Chihuahua.
1923. Nace en la ciudad de México, Alberto Beltrán, quien se distinguirá como excelente dibujante, grabador, diseñador y escritor de ideas progresistas.