25 DE NOVIEMBRE
1810. Toma de Guanajuato. Aunque los insurgentes conducidos por Allende ya habían salido de la ciudad de Guanajuato, el día de ayer por la tarde, el jefe realista Félix María Calleja esperó hasta este día para entrar muy temprano a la ciudad. Su furia estalla cuando sabe de los asesinatos de ochenta y cinco españoles realizados por el negro Lino y otros. Calleja ordena numerosas aprehensiones y expide un bando draconiano; luego comenzó la carnicería asesinando a cuanta persona encontraron en la Alhóndiga y sus cercanías. Los muertos sumaron más de doscientos.
1812. Toma de Oaxaca. Después de su triunfo el diez de agosto en Tehuacán, Puebla, y de las batallas de Orizaba y Acultzingo en octubre y noviembre de este año respectivamente, don José María Morelos, ya de vuelta en Tehuacán, pregonó su próxima campaña rumbo a Acapulco, pero en el camino dirigió sus pasos hacia Oaxaca para tomarla de sorpresa. Antes tomó Etla y este día le pone sitio al realista Antonio González en Oaxaca. Tras fiero combate desde las diez de la mañana hasta la una de la tarde, los insurgentes toman la plaza.
1812. Se distingue luchando valientemente en el sitio de Oaxaca, don Guadalupe Victoria, quien por cierto, al atacar un fuerte con sus hombres y viendo que éstos vacilaban ante la lluvia de metralla enemiga, Victoria arroja su espada al otro lado del foso y exclama:
Va mi espada en prenda, voy por ella
1816. Después de varios años de ataque a los insurgentes parapetados en la isla de Mexcala, situada en el Lago de Chapala, y tras arrasar días antes todos los pueblos rivereños, los realistas evitan que los insurgentes se provean de víveres, por lo que se hace difícil la resistencia que aunada a una epidemia, obliga a éstos a capitular. Fue la primera capitulación de la Guerra de Independencia.