Hoy es 5 de julio de 2009, día programado para elecciones intermedias en todo lo largo y ancho del país en un ejercicio de la democracia representativa. Millones de mexicanos acudiremos durante esta jornada a emitir un voto por alguien, o quizá acudiremos para anularlo. El voto por sí mismo no cambiará automáticamente al país, ya que el voto no es más que una expresión de la democracia. La democracia se encuentra en realidad en los valores de la ciudadanía, en un interés ciudadano por la política. Por ello, sea lo que sea que decidas hacer o no hacer con tu voto hoy, toma tu acción como el inicio o reinicio de tu labor ciudadana.
Si has decidido anular por hartazgo, no te conformes con expresarlo en la anulación como tu única acción, sino que debes actuar de manera coherente y seguir y vigilar lo logrado con tu voto nulo: que sea el inicio de un cambio y no una expresión que no trascienda del día de hoy. En 2006 hubo cerca de medio millón de votos nulos, y no es más que una estadística en la memoria de pocos.
Si has decidido emitir un voto en favor de algún partido o candidato, que no sea lo único que hagas: sin importar quién quede electo para representarte, sigue sus asistencias en el Congreso, vigila sus iniciativas, escríbele, haz que lo que nuestros representantes reciben mensualmente para tener contacto con los ciudadanos representados realmente se ejerza y reporta irregularidades ante las instituciones correspondientes. Lo mismo aplica para los alcaldes y gobernadores que elegiremos el día de hoy. No se trata solamente de vigilar las casillas, sino de vigilar que quienes trabajan para todos nosotros hagan bien su labor.
Triste sería realmente que el día de hoy sea un día más y no comience ni siquiera con un cambio de actitud. Lo único que se nos pide el día de hoy como ciudadanos es emitir nuestro voto para elegir representantes. Los demás días hasta la próxima elección nos toca algo más complicado: vigilar que los representantes electos realmente nos representen. Si el día de hoy no hacemos ni siquiera esta sencilla pero significativa actividad, ¿cómo podemos exigirle mañana a un país que cambie armónicamente si nosotros los ciudadanos no podemos orquestar el mismo cambio en nosotros? Hoy nos toca votar. Mañana, hacer lo que nos toca a cada quién para que México sea un mejor país cada día.
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