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martes, 15 de junio de 2010
149 AÑOS DE LA MUERTE DE DEGOLLADO, 131 DE LA DE 'EL NIGROMANTE' Y 122 DEL NATALICIO DE LÓPEZ VELARDE
15 DE JUNIO1817. Camino hacia el altiplano, las fuerzas de don Francisco Javier Mina compuestas de trescientos insurgentes, enfrentan y derrotan, a la altura de la hacienda de Peotillos, San Luis Potosí, a los realistas de Armiñán quien mandaba dos mil hombres de tropa. Mina se hace de más armamentos y bagajes.
1825. Firma del Tratado de Libertad y Comercio con los Países Bajos y con las ciudades hanséaticas de Hamburgo y Bremen. El tratado con los Países Bajos será ratificado el año siguiente, mientras que el segundo no lo será sino hasta 1831.
1860. Las fuerzas republicanas del general Jesús González Ortega derrotan en Peñuela, a los conservadores mandados por el general Silverio Ramírez. La región de Aguascalientes queda en poder de los liberales.
1861. Muere en combate en el monte de las Cruces, Estado de México, el general Santos Degollado, quien pidiera permiso al Congreso de la Unión para combatir a Leonardo Márquez, general conservador conocido como "El Tigre de Tacubaya" y ejecutor del prócer Melchor Ocampo. Precisamente al enfrentar a las fuerzas de Márquez, cae prisionero el general Santos Degollado e inmediatamente es ejecutado. Santos Degollado, político liberal de la Reforma juarista, nació el 31 de octubre de 1811 en la ciudad de Guanajuato, hijo de Francisco Degollado y Marina Sánchez. Afiliado su padre a la causa insurgente, le son confiscados sus bienes, por lo que Santos se desenvuelve en la pobreza. Ayudado por un tío, marchó a la ciudad de México donde ingresó por corto tiempo al Colegio Militar. Por veinte años radicó en Morelia conde desempeñó diversos oficios e hizo algunos estudios. Luego ingresó a la milicia como soldado raso, logrando después alcanzar por méritos propios el grado de general. En 1857 fue gobernador de Michoacán y ministro del gobierno del presidente Juárez: Guerra y Marina del 3 de abril de 1858 al 27 de abril de 1859 y de Relaciones Exteriores del 23 de enero de 1860 al 25 de septiembre del mismo año. Como militar y estadista su obra fue muy reconocida. Se le bautizó como 'El Santo de la Reforma' y el 31 de agosto de 1861, se le declaró 'Benemérito de la Patria'. Sus restos actualmente reposan en la Rotonda de los Hombres Ilustres.
1863. Según los estudios censales efectuados en las últimas fechas, se estima que el país cuenta con ocho millones cuatrocientos mil habitantes.
1866. Atendiendo instrucciones de Napoleón III, en el sentido de que las tropas francesas en México se concentren para embarcarse a Francia, el mariscal Bazaine gira las primeras instrucciones para que éstas se reúnan en la ciudad de México.
1879. Muere en la ciudad de México, el ilustre abogado, científico, catedrático, orador, periodista, escritor y político liberal, don Ignacio Ramírez, conocido como 'El Nigromante'. Don Ignacio Ramírez nació el 23 de junio de 1818, en San Miguel el Grande (hoy de Allende), Guanajuato. Inició sus primeros estudios en la ciudad de Querétaro, mismos que continuó en la ciudad de México en la Escuela de jurisprudencia donde se tituló de abogado. Fue miembro de sociedades científicas, liceos y escuelas nacionales como la Academia de Letrán. En 1845 se inició en el periodismo con don Guillermo Prieto y Vicente Segura. Como catedrático desempeñó su labor en el Instituto Literario de Toluca, donde tuvo como alumno a Ignacio Manuel Altamirano. El Nigromante fue diputado al Congreso Constituyente de 1857 y ministro de Justicia y Fomento con el presidente Juárez. Durante el imperio estuvo desterrado en California, EUA. Restablecida la República, fue magistrado de la Suprema Corte. Ignacio Ramírez siempre se distinguió como hombre de convicciones liberales y patrióticas, mismas que supo defender con valentía y honestidad.
1888. Nace en la ciudad de Jerez (hoy Ciudad García), Zacatecas, Ramón López Velarde, quien se distinguirá como exquisito poeta, catedrático de literatura y político revolucionario. Ha de morir en la ciudad de México, el 19 de junio de 1921. A continuación reproduzco uno de sus poemas más célebres: La suave patria.
La suave patria
Proemio
Yo que solo canté de la exquisita
partitura del íntimo decoro,
alzo la voz a la mitad del foro
a la manera del tenor que imita
la gutural modulación del bajo,
para cortar a la epopeya un gajo.
Navegaré por las olas civiles
con remos que no pesan, porque van
como los brazos del correo chuan
que remaba la Mancha con fusiles.
Diré con una épica sordina:
la patria es impecable y diamantina.
Suave Patria: permite que te envuelva
en la más honda música de selva
conque me modelaste por entero
al golpe cadencioso de las hachas,
entre risas y gritos de muchachas
y pájaros de oficio carpintero.
Primer acto
Patria: tu superficie es el maíz,
tus minas el palacio del Rey de Oros,
y tus cielos las garzas en desliz
y el relámpago verde de los loros.
El Niño Dios te escrituró un establo
y los veneros de petróleo el diablo.
Sobre tu Capital, cada hora vuela
ojeros y pintada, en carretela;
y en tu provincia, del reloj en vela
que rondan los palomos colipavos,
las campanadas caen como centavos.
Patria: tu mutilado territorio
se viste de percal y de abalorio.
Suave Patria: tu casa todavía
es tan grande, que el tren va en la vía
como aguinaldo de juguetería.
Y en el barullo de las estaciones,
con tu mirada de mestiza, pones
la inmensidad sobre los corazones.
¿Quién, en la noche que asusta a la rana,
no miró, antes de saber el vicio,
del brazo de su novia, la galana
pólvora de los juegos de artificio?
Suave Patria: en tu tórrido festín
luces policromías de delfín,
y con tu pelo rubio se desposa
el alma, equilibrista chuparrosa,
y a tus dos trenzas de tabaco,
sabe ofrendar aguamiel toda mi briosa
raza de bailadores de jarabe.
Tu barro suena a plata, y en tu puño
su sonora miseria es alcancía;
y por las madrugadas del terruño,
en calles como espejos, se vacía
el santo olor de la panadería.
Cuando nacemos, nos regalan notas,
después, un paraíso de compotas,
luego te regalas toda entera
suave Patria, alacena y pajarera.
Al triste y al feliz dices que sí,
que en tu lengua de amor prueben de ti
la picadura del ajonjolí.
¡Y tu suelo nupcial, que cuando truena
de deleites frenéticos nos llena!
Trueno de nuestras nubes, que nos baña
de locura, enloquece a la montaña,
requiebra a la mujer, sana al lunático,
incorpora a los muertos, pide el Viático,
y al fin derrumba las madererías
de Dios, sobre las tierras labrantías.
Trueno del temporal: oigo en tus quejas
crujir los esqueletos en parejas;
oigo lo que se fue, lo que aún no toco,
y la hora actual con su vientre de coco.
Y oigo en el brinco de tu ida y venida,
oh trueno, la ruleta de mi vida.
Intermedio: Cuauhtémoc
Joven abuelo, escúchame loarte,
único héroe a la altura del arte.
Anacrónicamente, absurdamente,
a tu nopal inclínase el rosal;
al idioma del blanco, tú lo imantas
y es surtidor de católica fuente
que de responsos llena al victorial
zócalo de cenizas de tus plantas.
No como a César, el rubor patricio
te cubre el rostro en medio del suplicio:
tu cabeza desnuda se nos queda
hemisféricamente, de moneda.
Moneda espiritual en que se fragua
todo lo que sufriste, la piragua
prisionera, el azoro de tus crías,
el sollozar de tus mitologías,
la Malinche, los ídolos a nado,
y por encima, haberte desatado
del pecho curvo de la emperatriz
como el pecho de una codorniz.
Segundo acto
Suave Patria: tú vales por el río
de las virtudes de tu mujerío.
Tus hijas atraviesan como hadas,
destilando un invisible alcohol
vestidas con las redes de tu sol,
cruzan como botellas alambradas.
Suave Patria: te amo no cual mito,
sino por tu verdad de pan bendito,
como a niña que asoma por la reja
con la blusa corrida hasta la oreja
y la falda bajada hasta el huesito.
Inaccesible al deshonor, floreces;
creeré en ti mientras una mexicana
en su tápalo lleve los dobleces
de la tienda, a las seis de la mañana,
y al estrenar su lujo quede lleno
el país, del aroma del estreno.
Como la sota moza, Patria mía,
en piso de metal vives al día,
de milagro, como la lotería.
Tu imagen, el Palacio Nacional,
con tu misma grandeza y con tu igual
estatura de niño y de dedal.
Te dará, frente al hambre y al obús,
un higo, San Felipe de Jesús.
Suave Patria, vencedora de chía:
quiero raptarte en la cuaresma opaca,
sobre un garañón, y con matraca,
y entre los tiros de la policía.
Tus entrañas no niegan un asilo
para el ave que el párvulo sepulta
en una caja de carretes de hilo,
y nuestra juventud, llorando, oculta
dentro de ti el cadáver hecho poma
de aves que hablan nuestro mismo idioma.
Si me ahogo en tus julios, a mí baja
desde el vergel de tu peinado denso
frescura de rebozo y de tinaja:
y si tirito, dejas que me arrope
en tu respiración azul de incienso
y en tus carnosos labios de rompope.
Por tu balcón de palmas bendecidas
el Domingo de Ramos, yo desfilo
lleno de sombra, porque tú trepidas.
Quieren morir tu ánima y tu estilo,
cual muriéndose van las cantadoras
que en las ferias, con el bravío pecho
empitonando la camisa, han hecho
la lujuria y el ritmo de las horas.
Patria, te doy de tu dicha la clave:
sé siempre igual, fiel a tu espejo diario;
cincuenta veces es igual al ave
taladrada en los hilos del rosario,
y es más feliz que tú, Patria suave.
Sé igual y fiel; pupilas de abandono;
sedienta voz, la trigarante faja
en tus pechugas al vapor, y un trono
a la interperie, cual una sonaja:
¡la carreta alegórica de paja!
Ramón López Velarde
1901. Los hermanos Jesús y Ricardo Flores Magón, tenaces periodistas y opositores al presidente Porfirio Díaz desde 1892, en que lo combatieron con la pluma y sufrieron por ello cárcel, son nuevamente aprehendidos por publicar "artículos subversivos" en su nuevo periódico Regeneración, fundado el 7 de agosto de 1900.
1910. Desde Monterrey, Nuevo León, es enviado don Francisco I. Madero a la penitenciaría de San Luis Potosí, junto con Roque González Garza.
1911. La policía de Los Ángeles, California, aprehende a los hermanos Ricardo y Enrique Flores Magón, Librado Rivera, Antonio P. de Araujo y Anselmo L. Figueroa, por violación a la Ley de Neutralidad.
1911. Don Francisco I. Madero visita Chilpancingo, Guerrero, y hace un reconocimiento pleno a los guerrerenses por su histórica lucha contra el gobierno del General Díaz.
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