21 DE NOVIEMBRE
1737. Nace en el pueblo de Ozumba, Provincia de Chalco, hoy Estado de México, José Antonio de Alzate y Ramírez, quien habrá de destacar como teólgo y hombre de ciencias, pues manejará amplios conocimientos: matemáticas, ciencias naturales, medicina, física, química, historia natural, astronomía, meteorología y literatura; publicará sus conocimientos en periódicos y revistas fundados por él: El semanario, Diario literario de México y luego las Gazetas. Sus trabajos serán publicados por la Academia de Ciencias de París.
1831. Durante la administración del general Anastasio Bustamante, se decreta la fundación del Museo Nacional de Historia, el que refunde en un solo edificio todo el material arqueológico, histórico y de historia natural de que se dispone a la fecha. Sus antecedentes fueron el museo fundado por el virrey Bucareli en 1771-1779 y el que se estableció en la Universidad en 1822.
1910. Don Porfirio Lomelí y otros vecinos se levantan en armas en contra del gobierno porfirista en Ojinaga, Chihuahua.
1910. Las fuerzas revolucionarias de Pascual Orozco padre e hijo, de la familia Frías y de los hermanos Caraveo, asedian Ciudad Guerrero, Chihuahua.
1916. La academia de Bellas Artes, de Querétaro, se convierte en tribuna de la Junta Preparatoria de la Magna Asamblea Constituyente, para la revisión de credenciales de los presuntos diputados.
1922. Muere asesinado en la prisión de Leavenworth, en Kansas, Estados Unidos de América, Ricardo Flores Magón, dramaturgo, periodista y político de oposición al gobierno de Porfirio Díaz, a quien combatió con inusitado dinamismo y por lo que sufrió cárcel en varias ocasiones. Fue el más acendrado precursor de la Revolución Mexicana. Desde 1906 constituyó el Partido Liberal mexicano junto con Juan Sarabia y el profesor Librado Rivera. Al triunfo de la revolución maderista, se insurreccionó en Baja California, donde trató de formar una república anarquista por considerar la Revolución como burguesa.
1964. El presidente de la República, licenciado Adolfo López Mateos, inaugura la prolongación del Paseo de la Reforma, en tres kilómetros, desde la Glorieta de Carlos IV (el caballito, la Lotería Nacional), hasta el entronque con la Glorieta de Peralvillo, hacia el Norte. Sobre la misma vía se colocaron varias estatuas: en la Glorieta de Violeta, se colocó la estatua de Simón Bolívar, antiguo regalo del pueblo Venezolano; en la Glorieta de Santa María la Redonda, se colocó la estatua del libertador José de San Martín, obsequio del pueblo argentino y en la Glorieta de Nonoalco-Tlatelolco, se colocó la del emperador azteca Cuitláhuac.
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